Escribo más tendido
que las sábanas que te calzan
sobre mi cama
frías, antes de tu cuerpo
vívidas, color sangre, tu refugio.
escóndete en mis días
que la mañana viene a visitarte,
a comprobar que aún no desistes
te escribo mientras duermes
escojo las palabras que te visten
tu sonrisa, los pliegues de tus anhelos
bajan del cielo y se instalan en mis ojos,
confúndelos, ciérrame la mente
tu cuerpo, caliente y deseado
frente a mi se ofrece,
virtuoso y altanero
receptivo y copioso
anhelo tu regreso.