Ya te imagino,
absurda y distraída,
inconsciente de la lluvia,
de su olor.
Ya te imagino,
latiendo en vela
y sin barco.
Falsas las ganas
de zarpar.
Ya te imagino
leyendo mis besos
Resecos en tu piel,
ansiosa la agonía.
Ya te imagino,
desesperada y acontecida,
contenida y embriagada,
con el alma sobre la mesa.
Ya te imagino,
con las lágrimas en juego,
con el cielo disperso
y tu corazón
dispuesto.
Ya te imagino,
amándome a distancia,
calada en tu voz interna,
encendida de luciérnagas.
Ya te imagino,
imaginándome,
cuando te escribo,
cuando el momento,
cuando el latido.
Marea sin mar.
Ya lloro.
Ya te amo.