Paulatinamente
Me encantaría algún día comer contigo.
una mesa pequeña entre los dos: una vela al centro, un enorme menú –de esos que se agarran a dos manos–. Elegir de prisa, porque lo que importa eres tú.
tenerte de frente y mirar tu rostro, bello.
…tal vez tan sólo sean las ganas de pasarte el cabello detrás de una oreja y decirte que me encantas.