Tú Y Yo, Toda La Vida, Todos Los Días

Tú y yo toda la vida. Todos los días.  

Esta es la frase que me escribiste cuando fuimos para que nos leyeran las lineas de las manos. Aún no te sentía mía. ¿Será ese mi error? El error de siempre pretender adueñarme de las personas? Te cambié el nombre. Acabo de leer tu firma y dice: Karla Yarendi Trujillo Barrera. 
Son las expectativas. De eso estoy seguro. Sin embargo duele tanto en el ego. Yo creo que eres de esas mujeres que presionan a los hombres en el ego para hacerlo decidirse por ti. Porque quieres todo. Todo.  

Me duele el ego, eso es todo. O sea, ¿Cómo pudiste? 

Apenas empiezo a escribir estas lineas y aún empiezo a sacar todo. Bueno, siempre lo saco, pero no sale. No sale de adentro de mi. Esta sensación de traición. No quisiera ser tan aprehensivo, pero creo que lo soy demasiado.  

Y seguimos jugando. O por lo menos, yo sigo jugando. Me niego a ser solo tu amigo.  

Después de visualizar un futuro contigo... tal vez no había un futuro juntos. Tal vez solamente estuvo en mi cabeza y tú solo jugabas. 

Esa versión que me queda tan bien: Resulta que me enamoré de  una mujer comprometida. Para mi, toda una novela. ¿Así será mi vida? Porque de lo que estoy seguro es que Tarantino anda rayando encima de mis historias de vida. Primero Dakmar y ahora tú.  

Qué geniecito te mandas. Sin embargo, eres igual que yo: quieres las cosas para ya, todo te urge. 

En verdad, me gustaba como iba todo. ¿Aún se podrá? ¿Habrá aún alguna manera? Yo no sé. Y sigo triste. Triste de que no estés aquí. ¿O será la puta soledad que me cuesta tanto?  

Inténtalo Charlie, intenta estar solo. Pero realmente solo. 

Tinder y Bumble siguen abiertos. Me voy a dar un baño.

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